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martes, 10 de mayo de 2011

Bioconstrucción de cáñamo: recuperar para innovar

Sergio Villalobos

Después de varios años parece que nadie ha cobrado la recompensa de 100,000 dólares que en su día ofreció Jack Herer – principal activista en búsqueda de la legalización del cáñamo – por demostrar la falsedad de los beneficios que puede ofrecer el cáñamo en los diferentes campos medicinales, industriales y agrícolas. Así mismo, la empresa holandesa Hempflax se atreve a demostrar que el cáñamo es una solución perfecta como materia prima efectiva contra el cambio climático y ofrece otros 100,000 euros. Ante las maravillas que tanto se comenta de la planta, ¿Cuánto conocemos al respecto? ¿Por qué no está predominando en la industria, si tan maravillosa presume ser?

Tan solo explorando el marco histórico de la planta podemos tener una buena perspectiva de su importancia y situación actual. El cáñamo (cannabis sativa) es procedente de Asia Central y su cultivo se ubica como uno de los más antiguos en la historia de las civilizaciones - más de 10,000 años. En ese lapso de tiempo podemos ver como el cáñamo fue importante recurso para la obtención y elaboración de productos como aceites, alimento, medicina, papel, textiles, por lo que gran parte de las necesidades de la humanidad fueron cubiertas por la planta. Incluso se consolidó como la fibra más importante del mundo, con una dominación tal que hasta un 80% de los textiles procedían de esta planta. En el caso de Europa, durante la Edad Media era utilizado como material aislante en las construcciones. Así mismo fue una materia prima vital para la industria naval europea, por lo que potencias navales como Inglaterra y España incentivaron de forma destacada la producción agrícola de cáñamo.

El caso de los Estados Unidos resulta interesante. Si bien llegó a ser un país dependiente de la industria del cáñamo - en especial en estados como Kentucky y Mississipi- ¿Qué fue lo que redujo su producción? A partir del siglo XVIII inicia una etapa de decrecimiento en cultivo y aplicaciones de esta planta. Esto se debe en un principio a la competencia con otras fibras (algodón principalmente) y la obtención de aceites de otras semillas. También está ligada a la salida paulatina del mercado de los barcos de vela de 1850 a 1950. Está trascendencia histórica contrasta con el desuso y prohibición en algunas partes del mundo – principalmente en la Unión Americana - por una serie de desinformación y políticas que estigmatizan al cultivo de uso industrial por su similitud física con la marihuana, la cual es una droga ilegal en gran parte del mundo y con importantes problemas derivados a nivel político, social y económico.

Al mismo tiempo, este último pretexto sirvió para consolidar a empresas petroquímicas y textiles (algodoneras principalmente) en el mercado ante la amenaza del cáñamo como competencia. Todo ello ha derivado en una explotación desmesurada de recursos naturales por el predominio de monocultivos algodoneros (derivando en la sobreexplotación y agotamiento del suelo agrícola) y la extracción de recursos fósiles cuya demanda podría cubrir el cáñamo fácilmente.

Hoy en día hay un gran interés por la búsqueda de materiales que puedan emplearse en la industria bajo un enfoque de desarrollo sostenible. Por el momento existen diversas alternativas sobre materiales de bajo impacto ecológico derivados del cáñamo que actualmente tiene poca difusión sobre sus propiedades y técnicas constructivas, o bien se encuentran en fase de experimentación. Sin embargo, empresas como Technichanvre o Lime Technology han hecho importantes aportaciones al campo de la contrucción con edificios hechos con cáñamo industrial - desde casas unifamiliares hasta edificios industriales.

Por otro lado, es importante que al retomar estás alternativas de materiales, se considere de igual manera el rediseño de procesos y productos que cierren sus ciclos de materiales, y la nueva dirección que deben tomar las actividades humanas en busca de un manejo de recursos naturales apropiado, en respuesta a la tendencia de insostenibilidad que presentan los materiales industriales actuales y el reto que representa la búsqueda de nuevos recursos y materias primas. Ello implica ir más allá de las soluciones técnicas y combatir estructuras políticas y económicas que - por conflicto de intereses – siguen obstaculizando el ingreso de nuevos recursos o fuentes de energía.

Los primeros pasos se han dado y sólo será cuestión de tiempo… en el caso del cáñamo, ya no hay razones para que no sea así.

Sillares de cáñamo Cannabric. Fot: S. Villalobos

3 comentarios:

  1. Brillante análisis introductorio de un material desterrado de las escuelas de arquitectura. Será interesante una segunda secuela del profesor Villalobos, a modo de posibilidades de aplicación en materia de construcción (como lo ejemplifica la fotografía adjuntada, sillares de cáñamo CANNABRIC). Tengo entendido, que en la escuela de arquitectura de Barcelona ETSAB se ha levantado una estructura, de carácter experimental a modo de vivienda modular... Será interesante seguirle los pasos.

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  2. Muy interesante el post, gracias por compartir!

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  3. Muy interesante el post, gracias por compartir!

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